AUTOR: Bruno
SERIE: Los anónimos
CAPÍTULO 1- El misterioso museo Arcnes.
En una oscura noche de invierno en un museo de Las Guerras de la Edad Media llamado Arcnes empezó a correr el rumor de que había un fantasma de un guerrero experto en artes marciales de uno de los bandos de una guerra, del que se decía que despertaba todas las noches de un año cada 10 siglos. El día en el que os contamos esta historia es en uno de esos años.
Uno día, una pandilla de jóvenes de 20 años aproximadamente decidieron investigar junto a la policía, así que fueron a comisaría y preguntaron si podían ayudar, y la policía aceptó. Pero antes de ponerse manos a la obra, se tenían que presentar.
Ángel: un chico inteligente.
Sofía: una chica muy ágil y veloz.
Juana: una chica muy vanidosa por su belleza.
Juan: un chico muy vanidoso por su fuerza
Sam: el más miedica pero de buen corazón
Tommy: un perro muy inteligente pero que no puede resistirse a la comida.
Y JUNTOS FORMAN...
LOS ANÓNIMOS
Decidieron comenzar la investigación con la policía dirigiéndose al museo; al llegar todo estaba normal, luego buscaron a la propietaria para hablar con ella. Después de buscarla unos minutos, encontraron a una mujer que resulta que era la propietaria del museo, se llamaba María Begoña La Puente Arcnes. Pero la gente la llamaba Bego.
La policía le hizo muchas preguntas y dijo que es verdad que había oído gritos pero que ella nunca había visto al fantasma.
Cuando acabaron de hablar ya se había hecho de noche.
Entonces se oyeron unos gritos -¡¡¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaahhhhhhh!!!!!!! Fueron a buscar a la persona que había gritado, y la encontraron…
CAPÍTULO 2- Unas alcantarillas asquerosas no, lo siguiente.
En cuanto llegaron vieron a una persona amenazada, por una especie de fantasma que se parecía a un caballero.
-No os quedéis ahí mirando ¡Ayudadme!
Todos- ¡A por él!
El fantasma lanzó una bomba de humo, cuando miraron, el abuelo no estaba.
Tommy, el perro ladró porque había visto un liquido. Los demás fueron a ver que era. Ángel dedujo que era saliva del anciano que había dejado para que le siguieran. El rastro acababa en la rejilla de las alcantarillas del baño de chicas. Los chicos se negaron a entrar y aunque las chicas les dieron ánimos los chicos no se movieron. Al final las chicas fueron sin ellos.
Bajaron por las escaleras de las alcantarillas y mientras tanto una niebla se extendía a través del museo y de repente se oyó un grito de socorro, era Juan, el fantasma lo estaba secuestrando, entonces Ángel y Tommy fueron a por el fantasma, mientras Sam huyó al baño junto con las chicas.
Cuando Sam llegó con las chicas le preguntaron a Sam donde estaban los demás, pero no hizo falta ni que respondiera, se dieron cuenta de que les había abandonado y empezaron a criticarle.
Cuando entraron en la alcantarilla el olor se hacía cada vez más fuerte y asqueroso, el agua sucia y de color verde, daba indicios de la super contaminación que tenía.
De repente unos caballeros tendieron una emboscada a Los Anónimos y los encerraron en una jaula con cadáveres.
CAPÍTULO 3- Temor en la jaula
Se veía que las alcantarillas eran la guarida del caballero.
Entonces vieron un cadáver que les resultaba familiar, luego buscaron en sus bolsillos y encontraron unas llaves y su cartera con dinero y un D.N.I, la foto que había en él, era del abuelo que el caballero había secuestrado. El caso era que no habían signos de violencia.
De repente se abrió una puerta y apareció el caballero que tenía a Juan, a Ángel y a Tommy; todos tenían los pelos de punta.
El caballero metió a los 3 individuos en la jaula y luego les anunció que al llegar el alba sus almas iban a ser absorbidas y todos se quedaron sin palabras.
Al llegar el alba todos estaban super nerviosos, todas sus almas iban a ser absorbidas por esa especie de caballero fantasma.
Mientas los llevaban a la sala de intercambio de almas Sofía se escapó y huyó.
CAPÍTULO 4- La última esperanza
Cuando Sofía huyó, se dirigió a la biblioteca, allí buscó información del Caballero Oscuro y encontró una posible esperanza contra la amenaza del Caballero Oscuro.
Sofía manejaba dos posibilidades, una de ellas era que detrás del casco del Caballero Oscuro estuviese una persona de la familia Arcnes.
Y la otra era que el intercambio de almas solo se podía realizar en luna llena y supuestamente esa noche era luna nueva.
Luego Sofía volvió a las alcantarillas y se dejó atrapar.
En la sala de intercambio de almas, todos estaban convencidos de que sería la ultima vez que verían la cara de sus amigos, excepto Sofía.
Cuando todos estaban en pose de intercambio de almas, el Caballero empezó a leer un pergamino y dijo así:
En la oscura noche
el caballero errante dijo
Almus vivus in-ter-cambius.
Pero en cuanto el caballero acabó de pronunciar el texto del pergamino y miró la luna, se dio cuenta de que había luna nueva y por ese fallo la mazmorra explotó.
Entonces todos huyeron, pero Juan fue a salvar al caballero y descubrió que en realidad era Bego. Todos las almas volvieron a sus respectivos cuerpos y juntos lanzaron una bomba de humo y escaparon.
Bego fue a la cárcel pero aunque a Juan le diese pena, lo hecho, hecho está.
Publicación de Carlos Martínez
